“Mi padre me vendía como el número uno y cuando llegas ahí no te puedes dar la vuelta, era el número uno más infeliz del mundo, prefería ser el 141. Cada vez que salía a jugar al tenis sentía que estaba fingiendo”, dijo hace cinco años en una conferencia en la Ciudad de México Andre Agassi, quien hoy celebra 50 años.
El Kid de Las Vegas, quien marcó una época dentro del tenis profesional festeja medio siglo de vida siendo uno de los referentes del deporte blanco que él pintó de colores con sus diseños de ropa y peinados desde finales de los 80.
Agassi culminó su trayectoria con ocho trofeos de Grand Slam (cuatro de Australia, dos del US Open, un Wimbledon y un Roland Garros). A lo largo de 101 semanas encabezó el listados de jugadores de la ATP, mientras que en sus vitrinas lucen 17 trofeos de torneos de categoría Masters.
Agassi aprendió a jugar tenis presionado por su padre en las canchas públicas de Las Vegas. Su ascenso alcanzó la madurez en la primera parte de la década de los 90, en la que su peculiar estilo de jugar al fondo y sacar potentes remates lo llevó a ser uno de los mejores en una época de grandes jugadores de potentes saques y que subían a la red como Pete Sampras, con quien siempre rivalizó.
La calidad de Agassi le abrió una posición relevante en la esfera de la moda del tenis, en la que él rompió con los protocolos de la vestimenta blanca para comenzar a usar largos shorts de mezclilla o de diversos colores. Su blonda cabellera sujetada de una banda también fue una de sus características en esa época de gloria, de la que luego confesó que había usado pelucas debido a su prematura calvicie.
La revolución de Agassi en un deporte de rígidos protocolos le significó ser un atractivo para las empresas publicitarias, que explotaron su imagen de rebeldía y lo convirtieron en un fenómeno de ventas. Sus logros deportivos también lo llevaron a ser el más joven tenista en superar el millón de dólares en ganancias luego de haber disputado apenas 43 torneos.
El tenis lo forjó a pesar de que no sentía pasión. Lo hizo porque su padre, Emmanuel Agassi, se lo inculcó desde muy joven. En aquella charla que dio en México aseguró que seguía sin amar el tenis a pesar de ser entrenador, pero que esta posición no lo obligaba a sentir pasión por el deporte que lo encumbró, porque su función era señalar las fallas de sus alumnos.
Desde hace varios años está casado con la alemana Stefi Graff, una de las mejores jugadoras de tenis en la historia y con quien compartió reflectores en los 90.
LOGROS DE UNA LEYENDA
Andre Agassi está entre los mejores tenistas de la historia.
- Conquistó ocho trofeos de Grand Slam en 20 años de carrera.
- Ocupó la primera posición de la clasificación de la ATP durante 101 semanas.
- Conquistó el oro individual en los Olímpicos de Atlanta 1996, además de que ganó la Copa Davis en tres ocasiones (1990, 1992 y 1995). Se coronó en 17 torneos de categoría Masters.
FUENTE: EXCÉLSIOR