México enfrenta una paradoja energética: a pesar de contar con una geografía privilegiada para el despliegue de energías renovables, especialmente en la península de Yucatán y el Istmo de Tehuantepec, la región sufre un déficit de infraestructura, incluyendo la falta de turbinas eólicas.
Aunque el gobierno recibirá importantes proyectos energéticos como el gasoducto marino de Tuxpan a Coatzacoalcos y el Mayacan al final del sexenio, estos no son suficientes para alcanzar los niveles de inversión y crecimiento necesarios.
En una entrevista con Radio Hit Noticias, el Maestro Oscar Ocampo, coordinador de energía y medio ambiente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), destacó la importancia de diversificar la matriz eléctrica y fortalecer las líneas de transmisión para mejorar la competitividad y calidad de vida en el sur sureste de México.
La región requiere infraestructura robusta para mover la energía desde los centros de carga a los centros de consumo, especialmente en el sur sureste, donde las líneas están congestionadas y representan un riesgo significativo.
La península de Yucatán es un ejemplo claro de esta situación.
Aunque la demanda de energía crece a un ritmo acelerado del 4% anual, la capacidad de generación no ha aumentado en los últimos años.
Actualmente, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) está construyendo una central en Mérida y otra en la Riviera Maya, pero estas no son suficientes para compensar el déficit.
La interconexión con el resto del país es débil, lo que convierte a esta región en la más propensa a apagones, afectando tanto la vida diaria de las personas como la capacidad de atraer inversiones.
Ocampo subraya que los inversionistas buscan cuatro elementos clave: Estado de derecho, logística de excelencia, capital humano y acceso a energía competitiva y confiable. Sin energía confiable, la región pierde su potencial para atraer inversiones y talento. Esta situación subraya la necesidad urgente de reforzar y expandir la infraestructura eléctrica del país, especialmente en el sur sureste.
Para abordar estos desafíos, Ocampo propone tres medidas principales, que requieren voluntad política y un entorno propicio para la inversión pública y privada en generación eléctrica, especialmente en energías renovables:
- Expansión de la red de ductos: Continuar con la expansión de la red de ductos es esencial para asegurar un suministro energético confiable.
- Retomar proyectos cancelados: Proyectos previamente cancelados deben ser reconsiderados y reiniciados para aumentar la capacidad de generación.
- Reforzar las líneas de transmisión: Modernizar y ampliar las líneas de transmisión, especialmente en la península de Yucatán, para mejorar la interconexión con el resto del país.
Además, la CFE debe invertir en reforzar y modernizar las líneas de comunicación y considerar el gas natural como una alternativa con menores emisiones en comparación con otros combustibles fósiles como el combustóleo, diésel y carbón.
Estas propuestas no son complicadas de implementar y podrían comenzar a reducir el rezago energético que afecta al sureste de México, potenciando su capacidad de atraer inversiones y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Radio Hit Noticias.