El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) estimó que alrededor de 10 millones de estudiantes en México tendrán un retraso de hasta dos grados escolares como consecuencia del cierre de escuelas por la pandemia de covid-19, lo que impactará en su vida laboral futura.
La organización elaboró el informe “Educación en Pandemia: los riesgos de las clases a distancia”, que arrojó que casi 2.2 millones de alumnos tienen alto riesgo de no haber avanzado en los aprendizajes que les correspondía para este ciclo escolar, con base en datos de la ECOVID-ED (Encuesta para la medición del impacto covi-19 en la educación) del Inegi. Esto equivale al 6.6 por ciento de los estudiantes, quienes no contaron con el equipo ni el apoyo necesario.
En tanto, casi 7.8 millones de estudiantes están en riesgo medio alto, pues, aunque tuvieron un dispositivo, no contaron con una persona que guiara su aprendizaje en casa.
Detalló que los mexicanos alcanzaban 8.8 años de escolaridad ajustados por el aprendizaje, equivalentes casi a la secundaria completa. El Banco Mundial estima que este indicador disminuya 1.8 años, hasta llegar a sólo 7 grados, un nivel de conocimientos cercano a primero de secundaria.
Consideró que la magnitud de esta disminución no debe matizarse, ya que representa una reducción de 19 por ciento en los años de aprendizaje, o sea, millones de estudiantes podrían egresar de sus estudios con conocimientos equivalentes a dos grados académicos menores.
“Estas cifras reflejan que los desafíos que impone la educación virtual no se viven igual en todos los hogares de México. Por ello, habrá alumnos con los recursos necesarios para mitigar los impactos negativos y compensar los aprendizajes. Sin embargo, habrá otros que no hayan contado con lo necesario para adquirir los aprendizajes esperados.
“Esto, a su vez, incrementa disparidades entre los alumnos, que podría profundizar la desigualdad que se vive en nuestro país. Hoy sabemos que al menos 10 millones de niñas, niños y jóvenes, 30 por ciento de total, enfrentan un riesgo alto o medio alto de presentar rezagos de conocimientos importantes que los pondrán en desventaja más adelante cuando busquen acceder al mercado laboral” expuso el informe.
El IMCO observó que antes de la pandemia, la región de América Latina y el Caribe obtenía resultados promedio en PISA (Promedio para la evaluación internacional de alumnos, por sus siglas en inglés) considerablemente por debajo de la media, con un puntaje de 399 puntos frente a la media de 488 en todos los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). Tras el cierre de escuelas de 13 meses, el puntaje promedio de la región podría caer 13 por ciento hasta solo 348 puntos, según las estimaciones del Banco Mundial.
El análisis indicó que los estudiantes de México verían su puntaje promedio afectado en una magnitud similar. Desde una base de 420 puntos en 2018, los resultados del país podrían caer 49 puntos hasta sólo 371, por debajo incluso de los resultados en el año 2000.
“Los resultados de las estimaciones del Banco Mundial sugieren que la pérdida de aprendizajes en México podría equivaler a dos ciclos escolares, en una magnitud similar a lo indicado por los años de escolaridad ajustados por el aprendizaje.
“El impacto en el aprendizaje de los alumnos es especialmente preocupante dado que, incluso antes de la pandemia, el sistema educativo de México atravesaba por una crisis de aprendizajes. Esto sugiere que una proporción importante de los estudiantes no alcanzan siquiera los conocimientos y habilidades fundacionales que se consideran indispensables para participar en la educación o el mercado de trabajo, incluso después de pasar años en la escuela.”, alertó el Instituto.
Por otra parte, el IMCO reportó que en nuestro país existe un retraso en la publicación de las estadísticas oficiales del año escolar 2020- 2021, incluso aunque este ciclo está ya próximo a concluir.
Advirtió que la demora en la disponibilidad de estas cifras es preocupante, ya que son necesarias para calcular cuántos alumnos han abandonado su educación desde el inicio de la educación a distancia.
“Esto podría ser otra manifestación de las dificultades de comunicación entre alumnos, escuelas y autoridades durante la pandemia, ya que estos datos provienen en última instancia de los centros educativos”, añadió.
Ante este rezago educativo, el IMCO propuso generar una estrategia integral de regreso a clases que haga un balance de los retos de corto y mediano plazo, para enfocarse en el aprendizaje de los jóvenes.
Asimismo, restablecer el diseño censal y anual del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea), para contar con evidencia diagnóstica de la pérdida de aprendizajes en México. Una vez que los alumnos regresen a las aulas, será indispensable valorar su nivel de aprendizajes y bienestar socioemocional, con el objetivo de generar información que sirva para planear la estrategia de recuperación educativa.
También, desarrollar programas de nivelación académica y de reincorporación de alumnos para atender los efectos escolares de la pandemia de covid-19 y por último, fortalecer los sistemas estatales de información y datos del sistema educativo. Los datos que estos sistemas generan serán un insumo crucial para la planeación, la toma de decisiones informadas y la rendición de cuentas de la respuesta educativa a la pandemia.
Fuente: Milenio.