El gobierno de Venezuela aseguró ayer que frustró un intento de invasión marítima que perpetraron hombres armados procedentes de Colombia, en el cual murieron varios de los atacantes y otros fueron detenidos.
La cancillería de Colombia negó tener responsabilidad en la agresión denunciada por el régimen dictatorial venezolano, y aseveró que Caracas busca desviar la atención de la crisis que enfrenta.
El estadunidense Departamento de Estado declaró que tenían pocas razones para creer cualquier cosa que salga del régimen de Nicolás Maduro, que ha sido consistente en el uso de información errónea para cambiar el enfoque de su mala gestión en Venezuela.
En medio de la crisis sanitaria por el Covid-19, el ministro venezolano de Interior, Néstor Reverol, aseguró que el incidente ocurrió la madrugada de ayer frente a las costas del estado de La Guaira, ubicado unos 20 kilómetros al norte de Caracas.
Un grupo de mercenarios terroristas procedentes de Colombia pretendió realizar una invasión por vía marítima en lanchas rápidas y fueron repelidos por agentes de la fuerza armada y la Policía Nacional, informó Reverol en mensaje transmitido por la televisión estatal.
Algunos de los mercenarios fueron abatidos y otros detenidos, indicó el ministro del Interior, quien agregó que la incursión tenía el propósito de perpetrar actos terroristas en el país, asesinar a líderes del gobierno revolucionario, incrementar la espiral de violencia y generar caos en la población, como parte de un nuevo intento de golpe de Estado.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, acompañado de varios jefes castrenses, condenó el ataque y anunció el reforzamiento de la presencia militar en la frontera. Añadió que las fuerzas armadas están en alerta para neutralizar cualquier nueva incursión armada.
Horas antes, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, confirmó la muerte de al menos ocho atacantes, uno de ellos un desertor de las fuerzas armadas venezolanas, apodado Pantera.
En declaraciones a la televisión estatal, Cabello afirmó que no hay duda de que se trata de un plan orquestado por Estados Unidos, y resaltó que uno de los detenidos es un narcotraficante, que admitió que era un agente de la DEA.
Cabello vinculó a los atacantes con Cliver Alcalá, un general de división retirado, acusado de ser el cabecilla de los militares desertores venezolanos.
El líder opositor Juan Guaidó, a quien cerca de 60 países, entre ellos Estados Unidos y Colombia, reconocen como presidente encargado de Venezuela, dijo que la acusación del gobierno es un montaje.
La Red en Defensa de la Humanidad repudió el intento de invasión mercenaria a Venezuela procedente de Colombia.
FUENTE: LA JORNADA