El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que con el caso del General Salvador Cienfuegos “está de por medio el prestigio de una secretaría fundamental para el Estado mexicano, que es la Secretaría de la Defensa, y no es cualquier cosa. No podemos permitir que sin elementos se socaven nuestras instituciones fundamentales”.
En conferencia de prensa, el mandatario señaló que si la Fiscalía encuentra que hay culpabilidad se castigará, y reiteró que la conducta de un militar no debe manchar a toda una institución.
“¿Hubo presiones de las Fuerzas Armadas para que se regresara al general Cienfuegos a México?, cuestionó un reportero al presidente.
– No hubo presiones de nadie, no admitimos presiones de nadie, respondió.
López Obrador aseguró que no hay nada oculto y solo se trata del respeto a la soberanía.
“Nosotros actuamos a partir de principios y lo que se hizo en este caso fue intervenir en materia política, diplomática, para expresar nuestra inconformidad ante un hecho que se presenta y deciden juzgar en EU sin conocimiento de nuestro gobierno, esto va más allá de lo legal. No quiere decir que no sea legal, existe un acuerdo de colaboración suscrito años atrás. En este caso fue violado, nosotros no tuvimos ninguna información”.
“No hay nada a cambio, no establecemos compromisos que afecten nuestros principios, es algo que teníamos la obligación por hacer porque sentimos que no se nos había avisado del proceso”.
El mandatario dijo que se iniciará una investigación a Cienfuegos en México con la información entregada por Estados Unidos.
“Va a haber una investigación. No es un acuerdo de impunidad porque Estados Unidos no lo aceptaría y nosotros menos”, comentó.
“Toda la investigación se limita a la evidencia que nos mandó el Gobierno de Estados Unidos que nos llegó el 11 de noviembre y no hay otra investigación hasta donde nos ha informado la Fiscalía General de la República, previa o diferente a esta”, explicó este miércoles el canciller Marcelo Ebrard.
El canciller reiteró que no era aceptable que se detuviera al General Salvador Cienfuegosa sin haber advertido el Gobierno mexicano, y puso un ejemplo:
“Vamos a ponernos en el caso opuesto. Vamos a suponer que en México detenemos, la autoridades, a algún alto funcionario. Ahora que vino el administrador de la DEA, vamos a suponer que lo hubiésemos detenido. ¿Qué pensaríamos de qué ocurriría? Habría una repercusión muy, muy seria. Estados Unidos nos diría: ‘Este funcionario me lo regresas o bien, vamos a tener un grave desencuentro’”.
Este miércoles se celebrará una audiencia en Nueva York donde una jueza decidirá si acepta o no la solicitud de desestimar los cargos de narcotráfico y de lavado de dinero contra el exsecretario de la Defensa en EU.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO